Nunca te diré mi nombre

Me siento una romántica perdida en el casquivaneo de la vida; me sé una niña en el mundo de los niños; me pierde el sonido de unos tacones y una minifalda bonita y una sonrisa en un amigo y un beso largo y un buen libro y un chico guapo, en fin, aquí escribo los retratos de mi inconsciencia, porque ser niño es igual a inconsciente cuando pasas los 25...

Monday, August 14, 2006

14 de agosto


Hoy es catorce y sigo pensando en él. Es catorce y ya son quince los días de ausencia.
Siento que estoy muerta.
Siento que no estoy.
La última vez que miré esta estrella fue a su lado. Ahora es sólo una fotografía. Una fotografía de una estrella. Como él, que sólo es una imagen cerquita de mi cama. La fotografía de un recuerdo que ahorca, como la melancolía, como la rabia que siento al pensar en su indiferencia, contrastada con los cariños que me dispensó antes de meterme en su cama. Después, llegó lo de siempre. Se esfumó, y me dejó con su imagen ahí, clavada en el estómago, como un gatillo arañándome las tripas.
¡Imbécil!

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