Nunca te diré mi nombre

Me siento una romántica perdida en el casquivaneo de la vida; me sé una niña en el mundo de los niños; me pierde el sonido de unos tacones y una minifalda bonita y una sonrisa en un amigo y un beso largo y un buen libro y un chico guapo, en fin, aquí escribo los retratos de mi inconsciencia, porque ser niño es igual a inconsciente cuando pasas los 25...

Sunday, October 01, 2006

1 de octubre

El martes S. durmió en mi casa. Cuando se marchó eran las nueve de la mañana y yo, medio dormida, levanté la mano apenas, me di la vuelta y al escuchar como se cerraba la puerta respiré aliviada...
Obviamente, nunca más volveré a invitarle a dormir.
Ni tampoco a una copa, claro.

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