26 de enero de 2007
Porque más de dos vidas pasaron y aún sigo sitiéndolo...
Y si pienso en ti, qué?
Y si te metiste adentro de mí, qué?
Fue profundo, mucho, tú lo sabes
Y no puedo dejar de pensar en ti.
Y me duelen las caricias,
(porque no son tuyas)
porque tú las rechazaste,
y me cuestan las verdades,
(porque la verdad es un verso intangible)
porque no quisiste escucharlas, escucharme.
Y pienso en ti, pienso en ti todo el tiempo, en cada momento.
Y ojalá pudiera borrarte,
ojalá,
pero no,
no puedo.
Guardo sólo un gesto
(el único que me brindaste, lo único que me dejaste)
aquel, madrugador, soplido en la oreja,
aquel, el único,
te dejo todo los demás,
para ti, mis lágrimas, tantas..., por tu indiferencia,
para ti, para ti todas,
porque te lloré, aunque estuvieras delante, te lloré, sí,
te lloré antes de dormir, y mientras dormía, porque aún te lloro, después de dos vidas te sigo llorando, ya ves, qué tonta, ya ves que niña.
Es tan corto el amor, y tan largo el olvido,
Ese verso lo recité, ¿recuerdas?,
quizá no, pero yo pienso en tu gesto mientras yo trataba de recordar,
y pienso en tu frase, en tu gemido, en ese susurro, poetisa, caray con la poetisa...
No quiero más,
hace daño, me haces daño.
Quédate el resto, con todos los recuerdos que he ido anudando con el tiempo, que he anudado en tu distancia, te los regalo, te los doy todos, yo ya no lo quiero, duelen, ya lo sabes.
A mí me duele
Quédate con tus masajes,
y con tu desdén todas aquellas veces en las que te tendí mi mano y no la cogiste,
quedate con tus mentiras, con tu Roma y tus obreros del Bierzo,
quédate con tu vino, quédate con tu ironía hacia mis tramas, quédate con todo, que yo ya no puedo, porque aún lloro, aún lloro y eso que ha pasado ya dos vidas desde aquello.
Lloro, sí, lloro, porque hacía tanto que no sentía que no creo que sienta
No me dispares de nuevo, ¿vale?
Ya me mataste una vez.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home